Corría el año 1983 y Pepsi, que en esa época se encontraba bastante relegada entre las gaseosas, lanza una de la promociones más exitosas de nuestro país, los vasos de vidrio de la Pantera Rosa. Se canjeaban 12 chapitas (doble logo) de la línea Pepsi por un vaso.
Según relata Roberto Benedetto, quien fuera Supervisor, Jefe y Gerente de Ventas de Pepsi, la promo fue un éxito inmediato, las ventas explotaron, a los 20 días se terminaron los vasos calculados para toda la promoción y se debió triplicar el pedido a la cristalería. Para que la acción promocional sea exitosa, se necesitó de la ayuda y buena voluntad de los comerciantes, ya que ellos serían los encargados de recibir las tapas de los consumidores y cuando llegaba el pedido con el fletero, canjearlas por los vasos.
Fue tal el éxito de la promoción que las ventas superaron todas las expectativas y el efecto residual o marginal finalizada la misma, obligó a Pepsi a ampliar la plantilla de vendedoras por tres.
Un hecho anecdótico de esta promoción sucedió en el sur de Rosario. Como parte del proceso de canje, los comerciantes recibían las chapitas y las entregaban a los fleteros de Pepsi, quienes las colocaban en tarros de 200 litros y debían llevarlos a la planta embotelladora (en ese momento en Pueblo Esther) donde se destruían.
En un momento, un supermercado de zona sur de Rosario comenzó a tener índices de canjes elevados, exagerados, muy por encima de la media. Y las tapas coronas (tapitas o chapitas) venían muy sucias y húmedas. Se investigó el proceso hasta que se descubrió que el responsable de inutilizar las tapitas que traían los fleteros, para no ir hasta la fábrica, tuvo la mala idea y sin ninguna autorización, de tirarlas en un arroyo. Una de las personas que estaba investigando la incógnita, vio a 4 chicos, en una canoa, tiraban una red con imanes adosados a palos, que iban recuperando chapitas del fondo del arroyo. En algún momento vieron como se tiraron las tapitas y empezaron a rastrearlas. Una vez que las conseguían, las canjeaban. Luego, vendían los vasos en los semáforos o en algunos bazares. Recordemos que la promoción no exigía dinero, como pasa actualmente para cubrir parte de los costos de la promoción, eran 12 chapitas por un vaso.
Gracias Roberto Benedetto por la información.