A fines de los 70, Cindor lanza al mercado en sus botellas éstas chapitas con letras, para jugar y aprender. En esa época la chapita de cindor venía con corcho, lo cual dificultaba mucho la tarea de quitarlo para acceder a la «Letra». Si lo hacías con un cuchillo o un destornillador rayabas la letra impresa y si lo hacías con la uña, te lastimabas…. Un desafío sacar el maldito corcho. Al día de hoy muchos coleccionistas deben tener en sus colecciones de Cindor estás tapitas, desconociendo que bajo el corcho atesora un Letra.