¿Qué relación existió entre Pepsi y YETEM? Para aquellos que vivimos los años 70 y 80, YETEM era sinónimo de entretenimiento. Pero para contextualizar este escrito, primero vayamos a conocer un poco la historia de esta mítica marca de juegos de mesa.
David Jiterman tenía 25 años, estudiaba Contabilidad y trabajaba en un estudio jurídico. Solo tenía una noche en la que se liberaba de todo eso: una vez por semana se juntaba con sus amigos. Recuerda que una noche, uno de sus amigos llegó a la reunión con un planisferio dibujado, un sistema de dados y fichas de colores. Eran partes de un juego llamado WAR. Pero como no tenían las instrucciones y le faltaban piezas, comenzaron a imaginar cómo debía ser. Entre todos escribieron reglas nuevas y cada semana agregaban algún elemento. Fue entonces cuando Jiterman diseñó su tablero de cartón plastificado. Pasaban la noche jugando entre amigos y fue ahí donde pensó: «Si tiene tanto éxito acá con mis amigos, ¿por qué no lo hago para vender?». Esa pregunta fue el disparador de todo lo que vino después.
En una entrevista a «La Nación», David Jiterman explica que en un comienzo, sus amigos descreían del potencial del juego, pero se mantuvo firme y consiguió un préstamo de 2000 dólares y con eso empezó. Comenzó rediseñando el mapamundi, inspirado en un antiguo mapa de la conquista y tomó algunos de los nombres que en él aparecían y que fueron tan característicos del juego, siendo el más emblemático Kamchatka.
Una vez armado el juego de mesa, Jiterman fue a patentar la marca, pero le dijeron que las palabras «Estrategia», «Guerra» y «Táctica» estaban tomadas. No se le ocurría nada mejor y la imprenta lo estaba presionando porque tenía que producir las tapas. Entonces dijo: “Bueno, le pongo las siglas”.
David Jiterman sacó a la venta T.E.G. y a la par fundó YETEM, la empresa dueña de la marca y recuerda que los meses previos al lanzamiento fueron los más complicados. Tenía 2000 copias de T.E.G. y ninguna idea de cómo distribuirlas. Pronto encontró una manera muy particular de captar la atención de las jugueterías, simplemente recorría las avenidas más grandes de la ciudad y se paraba en cada juguetería y librería que veía. Entraba y les decía: «Che, ¿tenés T.E.G.?». Lo miraban con cara de loco, pero Jiterman les explicaba que era un nuevo juego y que lo estaba buscando por todos lados, que estaba buenísimo. Ya por la tarde, la esposa volvía a cada local que había visitado con el auto lleno de juegos.
Al tiempo comprendió cuál debía ser la estrategia de Yetem: Lograr que todos conocieran el nombre, que lo vieran por todos lados y para ello puso avisos en diarios y revistas para promover su juego y organizó torneos de T.E.G. en Harrods, el mayor centro comercial de Buenos Aires en esos tiempos. Después de estos torneos varios fanáticos comenzaron a juntarse para jugar T.E.G. en diferentes partes del país. Dada la masividad del juego, Jiterman creó el Club Yetem. Alquiló una casa de estilo tudor, de dos plantas, en Belgrano R., y la convirtió en sede del Club Yetem. La llenó de mesas y todos los fines de semana la casa se llenaba de jóvenes. La entrada costaba lo mismo que ir al cine. En la casa cabían 200 personas y siempre había otras 100 afuera.
Volviendo a las chapitas, fue en esta época (1981) que Pepsi lanza la colección de Galáctica que venía acompañada de un álbum multijuego el cual fue diseñado y creado por «El Club de YETEM». Si se observa el ángulo inferior izquierdo del álbum, aparece impreso el logo.
Vale para esta ocasión una evocación personal; por esa época yo vacacionaba en San Bernardo y recuerdo haber visitado toda una tarde el Club de YETEM (sería una sucursal veraniega), el cual se encontraba en un primer piso de la esquina de Chiozza y Mensajerías, en la planta baja había un local de artículos regionales y fabricaban chocolate en rama a la vista. Esa esquina era un lugar mágico donde la diversión y la estrategia se unían para ofrecer una experiencia única. Allí había juegos para todos los gustos y edades, no sólo se encontraban los juegos de la marca, sino que había otros entretenimientos que no se veían ni en las jugueterías, inclusive se podía jugar al juego de PEPSI – Galáctica, que combinaba la estrategia, la aventura espacial en un emocionante viaje por las estrellas y la rivalidad entre el Equipo Cylon y el Equipo Galáctica.
Retomando la historia de YETEM, Jiterman fundó Yetempres, un servicio de publicidad en la que diseñaba juegos para marcas, adaptando los juegos existentes a la necesidad de cada cliente o desarrollando juegos de catálogo personalizados, ya sea adaptando la mecánica existente de uno de sus juegos, o sumando el logo de la empresa al packaging. Yetempres diseñó juegos que aparecieron en televisión, principalmente en el programa de Susana Giménez. Fue una de las mejores épocas para la empresa.
Sin embargo, a finales de los 90 y sin mucho aviso, Jiterman decidió vender la empresa y olvidarse de los juegos.
La empresa cambio de dueño y al día de hoy continúan fabricando el legendario T.E.G. y sus secuelas, como el T.E.G. de los negocios, el T.E.G. independencia, T.E.G. la revancha. Consciente de las oportunidades que ofrece la era digital, la compañía ha dado otro paso y llevó la diversión de los juegos de mesa a nuevas fronteras, adaptándolos para dispositivos móviles, respetando la esencia y la mecánica de cada juego original.
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